sábado, enero 13, 2007

FUENTE: PÁGINA JUDO ARGONÉS. HOY DIGITAL
CINCO CONCEPTOS CLAVES PARA ENTENDER LAS TÉCNICAS DEL JUDO
El judo, la 'llave' del deporte
Nació como una forma de defensa en Japón pero se ha convertido en un deporte que cada año engancha a más niños en Extremadura
NATALIA REIGADAS PERALTA/BADAJOZ

'Mínimo esfuerzo, máximo efecto, derribar al oponente usando su fuerza en contra', éste es el principio básico del judo, un arte marcial convertido en deporte en el mundo occidental y que cada día engancha a más personas en Extremadura. En concreto, la Federación Extremeña de judo cuenta con 23 gimnasios federados y 1.100 deportistas, una cifra muy superior a la del 2001 cuando había 753 judokas en la región. Gran parte del crecimiento de este deporte se debe a los niños que se enganchan cada año a su práctica.
La UNESCO considera a este deporte el más recomendable para niños de 5 a 14 años de edad. Vista de cerca, una clase de judo es una actividad divertida y un ejercicio recomendable para ponerse en forma.Uno de los gimnasios donde se practica este deporte es el 'Yudo Club', en Badajoz cuyo dueño es Enrique Palacios. Este deportista es cinturón negro quinto DAN. Palacios lleva 28 años practicando judo y ha encontrado en la enseñanza su máxima vocación. Asimismo, cuenta que la mayor parte de sus alumnos conocen este deporte igual que lo descubrió el mismo, «yo acompañé a un amigo a ver una clase y pensé, eso quiero hacerlo yo, esto engancha y se convierte en una filosofía de vida».
Pequeños grandes judokas«El judo es más que un deporte» afirma Enrique Palacios y añade que en el aprendizaje del judo «se inculcan valores como el respeto, la disciplina, la cortesía y el contacto con otras personas».
Observando una clase de judo impartida por este maestro no es difícil. Los niños piden permiso para entrar en clase, dan la mano de sus profesores al entrar y salir, se saludan entre ellos antes de comenzar los ejercicios y se quedan quietos cuando su monitor dice la palabra 'estatua', una obediencia sorprendente además de un gran ejercicio en el que se divierten 'luchando' con sus compañeros tanto niñas como niños.Por esta razón es una disciplina recomendable para los más pequeños que pueden comenzar desde los tres años. A esta edad, según este maestro, se trabaja la psicomotricidad.A partir de los seis años, se enseña judo específico mediante juegos y actividades que desarrollan la lateralidad, la elasticidad y la coordinación. Según Palacios, con el judo no se forman judokas «sino deportistas». «Con este ejercicio, cualquier niño puede adaptarse a cualquier deporte teniendo ya buenas características deportivas».A partir de los 14 años, es cuando esta disciplina se especializa en el aprendizaje y el dominio de las técnicas del judo. Distintas 'llaves' que logran zafarse del compañero y controlarlo.Meta: cinturón negro
Cuando el judo deja de ser un juego y se convierte en una pasión, su práctica se vuelve mucho más sacrificada. Ser un profesional de esta disciplina exige esfuerzo y muchas horas de entrenamiento de cara a las competiciones de lucha o a los exámenes para alcanzar los distintos colores de cinturón.En concreto, existen los siguientes cinturones; blanco, amarillo, naranja, verde, azul, marrón y negro. Pero no se trata de un camino fácil ya que hay que dominar una serie de técnicas de brazos, piernas y cadera para alcanzar estos títulos. Una vez que se alcanza el cinturón negro se puede aumentar de nivel con los llamados 'Dan', también a través del dominio de técnicas superiores. Estos exámenes son especialmente exigentes y además, deben pasar años entre ellos para poder presentarse. Sin embargo, un judoka sólo puede alcanzar cinturón negro sexto Dan mediante examen, ya que, el sexto o séptimo Dan se adquiere por méritos que deben ser reconocidos por la Federación como. por ejemplo, una vida dedicada al judo, escribir un libro o tener alumnos que lleguen a campeones.
Sin embargo, Enrique Palacios deja muy claro que lo importante en este deporte «no es competir sino disfrutar y que el niño decida por si mismo hacía donde desea evolucionar». Este maestro hace autocrítica al respecto y explica que «muchos monitores queremos que todos nuestros alumnos compitan y eso no es correcto porque hacemos campeones con 12 años que muchas veces, luego, abandonan el judo». Para Palacios, la mejor manera de que, en el futuro haya campeones extremeños es que «demos un salto de calidad en y empecemos a entrenar campeones pero que lo sean a los 18 años».Enrique Palacios, junto con su hermano Jorge y otro judoka, Javier Linde, desarrollan una metodología para enseñar judo algo diferente a los métodos tradicionales. En su gimnasio han formado un equipo de trabajo con el objetivo de crear entrenadores y maestros de esta disciplina que a su vez apliquen las variaciones. Su metodología enseña las mismas técnicas que en cualquier aprendizaje de judo pero las ordenan de distinta manera para comenzar con los ejercicios más sencillos, ya que, la evolución tradicional está pensada para luchadores.Una defensa personalA pesar de su función deportiva y lúdica, es innegable que el judo es una defensa personal muy efectiva y por esta razón también es recomendable para cualquiera que quiera ponerse en forma y además, aprender a reaccionar en situaciones de peligro.En los gimnasios extremeños pueden encontrarse clases de alumnos que según el monitor «se lo pasan realmente bien y hacen un buen ejercicio».El judo, como defensa, se basa en agarrar al rival, proyectarlo contra el suelo con control e inmobilizarlo durante un tiempo determinado. Si esta técnica no es suficiente, el judo también enseña a estrangular, presión sobre el cuello o luxar, presión sobre el codo, de forma controlada y con el objetivo de que el rival abandone la lucha.Pero ¿porque es tan efectivo? Muy simple, porque en el judo se utiliza la fuerza del rival en su contra. Por ejemplo, si un agresor nos empuja, las técnicas de judo no se resisten a esa presión si no que la dejan pasar para que el oponente caiga. Asimismo, si el agresor tira de nosotros, no debemos resistirnos sino dejarnos caer para que caiga. Estos ejemplos son, de una forma muy básica, los axiomas en los que se basa el judo. Precisamente por esta razón, Enrique Palacios explica que «cualquiera puede practicar judo e incluso las mujeres son en muchos casos mejores que los hombres».Este Maestro se siente muy orgulloso de que en su clase «no sólo participan los niños que son los deportistas de la clase sino también más débiles y por supuesto, tanto niños como niñas teniendo todos el mismo potencial para aprender judo».

miércoles, enero 03, 2007

Texto sacado de la página web del judo aragonés.
Fuente: Comercio Digital (prensa Asturiana)
JESÚS TABERNA CINTURON NEGRO DE JUDO, CUARTO DAN
«El judo enseña a los críos a ver que la vida es distinta al patio del colegio»
«Aprendes a respetar a la gente con independencia de su apariencia
» «Todo lo que sé me lo enseñó Manuel Corujo»
MANUEL NOVAL/POLA DE SIERO
Jesús Taberna, poleso de 32 años, lleva desde los cuatro practicando judo. Recientemente, ha conseguido el cuarto dan, el mérito más alto de los alumnos de la escuela de Manuel Corujo. Además de su esfuerzo personal, Taberna atribuye este éxito a dos personas. La primera, el propio Corujo, «un buen maestro, de los mejores que hay en Asturias. Todo lo que sé me lo enseño él. Creo que el judo en la Pola se sostiene gracias a él. Si no, creo que la mitad de la gente habría marchado.Aquí hay un bloque muy guapo y muy unido que no hay en casi ningún lado». La otra persona es José Manuel Rubio, su compañero en las pruebas. «Para examinarte necesitas a alguien que se sacrifique contigo, y yo lo tengo a él. Es el que se lleva todos los golpes
-¿Es cierto eso que se dice de que cuanto más sabes de artes marciales y más posibilidades tienes de agredir con éxito, más pacífico te vuelves?
-Sí, puede ser. Pero eso va con la personalidad de cada uno. Sí es cierto que cuando sabes un arte marcial te ves algo más seguro, un poco superior, y entonces tratas de calmar las cosas. Yo, por lo menos, me considero bastante tranquilo. No digo que no pueda saltar el chip, pero normalmente aguanto bastante
-¿Cuáles cree que son las grandes virtudes de este deporte?
-Es un deporte bastante completo. Te da elasticidad, equilibrio y resistencia. Y aprendes a aprovechar tu fuerza, tu peso y el de los demás. Aquí la mente trabaja mucho.
-Siempre se habla del componente mental de las artes marciales.
-Sí, y además para los niños es una forma de educación. Tienes delante a una persona que es el maestro al que hay que escuchar y respetar. Eso se puede llevar a casa. Cada vez que te enfrentas con alguien tienes que saludar, y también saludas para irte. Siempre te inculca algo de educación. Para los críos, es pedagógico. Aprenden a respetarse unos a otros. Y como cualquier arte marcial te enseña que la vida es distinta al patio del colegio, donde el más grande es el que va a pegar a todos. En el tatami el más pequeño puede ser el más hábil y quien pueda con todos los demás. Esta enseñanza la llevas al exterior. Aprendes a respetar a la gente con independencia de su apariencia
-¿Es, entonces, el judo un buen arma contra la agresividad de algunos niños?
-Sí. Cualquier arte marcial creo que funciona. En la clase los niños se pelean entre ellos y después se separan y los ves más tranquilos. Hay muchos críos que se desfogan en judo y después se vuelven gente mucho más tranquila.Ya tienen otra forma de convivir. El judo es una terapia. Te enseña a respetar y a mirar de otra manera a las personas a las que te enfrentas. La base del judo es aprovechar la fuerza y la velocidad del otro. Y esto es una enseñanza para todo en la vida.
-Se nota que tiene una vocación muy fuerte.
-Sí. Me gusta mucho. Pero no por méritos. Por ejemplo, no me marco sacar el quinto dan. Voy haciendo judo, y si dentro de seis años el trabajo me permite seguir y puedo prepararlo, me presento. Si apruebo, bien, pero tampoco es una cosa que me quite el sueño.
-Esa tranquilidad seguro que es una ventaja.
-Sin duda. Hay gente que va muy presionada a las pruebas. Sobre todo los que viven del deporte y saben que subir les va a beneficiar en el trabajo. A mí como no me preocupa, estoy más tranquilo, no me obsesiona, y es mejor. El judo lo hago porque me gusta mucho. Si tengo que examinarme, me examino, pero nada más.